Elementos de la Policía Ministerial argumentaron que la joven llegó con un arma de grueso calibre a amenazarlos, pero que no les disparó porque se les encasquilló el arma
Ángeles González Ceballos
Xalapa, Ver., La señora Wendy Rosas Rafael, denunció que su hija Samantha “N”, su nieto y sus consuegros, Leticia “N” y Ramiro “N”, fueron privados de la libertad de manera ilegal, el pasado jueves 19 de junio, luego de acudir al penal de La Toma, en el municipio de Amatlán de Los Reyes.

En conferencia de prensa, explicó que ese día acudieron al penal porque se iba a llevar a cabo una audiencia del papá de su nieto, en donde le modificarían las medidas cautelares, luego de haber sido detenido por el presunto delito de agresión a las instituciones de seguridad pública.
La audiencia no se llevó a cabo, se difirió y de ahí salieron alrededor de las 15:00 horas, con base en una comunicación que tuvo con su hija.
Después perdió contacto con ellos, pero le informaron que habían sido detenidos y trasladados a las instalaciones de la UECS, en esta capital y ahora están privados de la libertad en el penal de Pacho Viejo, Coatepec.
El motivo de la detención de su hija y sus suegros es por una supuesta agresión a elementos de la Policía Ministerial, ya que le imputan el haber llegado ese día por atrás de la camioneta de los policías, en un taxi que conducía su suegro.
“Como se supone que su hijo ya iba de salida, ellos iban en el taxi. En la denuncia refieren que estaban estacionados, que se poncharon, pero que llegó el taxi, se estacionó por detrás y mi hija Samantha se bajó con un arma de grueso calibre y que les quería disparar, pero que como se le trabó el arma, ya no les pudo disparar.
Ellos argumentan que tienen miedo de lo que mi hija pueda hacer en contra de ellos. Es algo ilógico, llevaban a un niño de 5 años con ellos, fueron a un penal, ir a un penal con armas, con drogas, porque argumentan que llevaban drogas y con el niño; es algo tan absurdo”, externó.
Tras la detención, preguntó dónde estaba su nieto y le dijeron que no sabían dónde estaba, además de que sus consuegros estaban incomunicados y no les permitían hablar con algún abogado.
“Al niño se lo llevaron y ni siquiera se tomaron la molestia de avisarnos, es un menor de 5 años de edad. Se lo llevaron detenido junto con ellos, el bebé está muy afectado psicológicamente, el niño ya está conmigo, me lo entregaron.
Los primeros días estuvo con ellos, se lo llevaron hasta después al Conecalli. El niño refiere que lo vendaron de sus ojitos, fue algo espantoso, demasiado traumático para mi nieto, desde el momento en que lo trasladaron de La Toma hasta Xalapa, estaba muy asustado”, expuso.
Dijo que su nieto les contó que unas camionetas se les atravesaron, que unos señores “malos”, “encapuchados”, bajaron a su abuela y a su mamá, que les hablaron con groserías, les pegaron, los tiraron al suelo y ahí le vendaron los ojos.
“Él les pidió que le quitaran eso, un policía le ayudó, le levantó el trapo y ya pudo respirar, los amenazaron con el niño, le decían que iba a matar a su mamá para que se callara porque lloraba, (y a su hija) la torturaron, le dijeron que si no colaboraba iban a matar al niño y que si no iban a venir por nosotros (sus papás)”, narró.
Por todo lo ocurrido, Wendy Rosas Rafael manifestó que ya presentó queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) hace dos días, además de que presentó denuncia en contra de quienes llevaron a cabo la detención de los adultos y del menor de edad.
Lo que la abuela del menor exige es justicia para su nieto, porque fue “torturado” al ser vendado y por ello, pidió atención psicológica, así como apoyo de la CEDH, porque se despierta llorando y no quiere comer.
Además, pidió que se investigue a fondo la detención de su hija y sus consuegros, porque no pudo haber ocurrido así, además de que los mantuvieron incomunicados por 48 horas.