Talía Moreno Zulueta/Articulista/Académica
Desde los años 30, hasta nuestros días, en México se han declarado un total de 67 Parques Nacionales que abarcan una superficie total de 67 millones 220 mil hectáreas, y han sido declarados a través del tiempo y por distintos efectos. Uno de los postulados principales para obtener esta categoría hace énfasis en su belleza escénica, su valor paisajístico y por supuesto, por sus características en geodiversidad y biodiversidad. La idea de tener un estatus de esta índole no solamente se centra en el conservacionismo, sino más bien, en el aporte que desde diversos ámbitos nos pueden ayudar como sociedad, tales como la recreación, educación, la investigación, el turismo y el aprovechamiento de ciertos recursos visuales, coadyuvando con la restauración y recuperación de sistemas ecológicos, y a su vez, rescatando su identidad cultural e histórica.
La primera área natural protegida en México, que si bien, no entraba como categoría formal establecida, se decretó en el año de 1899 por el entonces presidente Porfirio Díaz y fue el Bosque Nacional Monte Vedado del Mineral del Chico; sin embargo, el primer Parque propiamente dicho fue el Desierto de los Leones en 1917 por Venustiano Carranza.
El impulso que se le dio a las corrientes de protección al ecosistema de los sexenios siguientes fue tan fuerte que en el año de 1937, bajo el mandato de Lázaro Cárdenas se decreta en Veracruz el primer Parque Nacional “Cofre de Perote”, adhiriéndose a esta postura de mantener y preservar el valor ambiental de las zonas naturales. Pero, dado lo anterior sería bueno entrar en una reflexión final sobre si el objetivo de estas declaratorias ha sido suficiente para contrarrestar los impactos del ser humano en los recursos naturales, pero mucho más importante y fundamental, ¿ha funcionado para establecer una conciencia colectiva sobre la importancia de los procesos ecológicos y ambientales?. La respuesta la dejaré a criterio de ustedes, amigos lectores, porque pese a la celebración que se llevará a cabo este próximo 24 de Agosto sobre los Parque naturales, creo, personalmente que el camino hacia la sustentabilidad debe ser construido no solamente desde el papel, sino desde las acciones, lo tangible y aquello que es trascendental para las generaciones futuras.
